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jueves, 3 de mayo de 2012

“Mi confrontación con la docencia”.

Sin duda alguna todos tenemos una historia muy interesante de cómo llegamos a ser maestros y la mía no es la excepción. Nací en la colonial ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas donde estudié hasta la preparatoria, posteriormente me fui a vivir a la capital del estado donde actualmente radico e ingresé al Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez  a estudiar la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales, durante este tiempo tuve dos experiencias como estudiante que marcaron mi vida profesional, la primera fue en 3er semestre cuando en una clase el maestro no pudo resolver un ejercicio pero que yo sí, él humildemente me pidió que lo explicara, era larguísimo y mientras que lo iba resolviendo mis compañeros iban sacando las dudas que habían guardado durante todo el semestre y que no habían sido resueltas por la poca disposición del maestro para escuchar al grupo, al final mis compañeros me aplaudieron y prácticamente le había salvado el semestre al maestro quien desde entonces me demostró su aprecio y respeto, pero de quien aprendimos mis compañeros y yo la humildad para dejar que alguien nos enseñe sin sentirnos exhibidos o avergonzados, creo que esta fue la primer clase que di. La otra experiencia fue en 8º semestre, el maestro ya había dado  las copias, las habíamos releído y él nos las explicó pero prácticamente repitió textualmente lo que estaba en las copias lo que no nos ayudó mucho, la estrategia que al maestro se le ocurrió fue pedirle a dos compañeros que pasaran y explicaran lo que habían entendido pero ellos o no entendieron nada o no quisieron ayudar al maestro con su estrategia de prueba y error, así que le dijeron que no, pero algo dentro de mí me hiso levantar la mano y pasar, retomar el tema y entre lo que entendí y lo que mis compañeros fueron aportando con gran disposición, terminamos con éxito la clase, sin  imaginar que había  dado mi “clase muestra” para quien se convertiría en mi jefe durante 8 años. 
Les compartí lo anterior porque hasta ese momento yo no había pensado en ser maestra, al terminar la carrera le pedí trabajo a mi maestro de 8º quien era el director de una Universidad, presente una clase muestra y al poco tiempo recibí una llamada de la Universidad para decirme que pasara a recoger mi horario porque ya estaba contemplada con 40 horas, así a los 21 años egresada en julio comencé a dar clases en agosto a alumnos de Ingeniería en sistemas computacionales y licenciados en informática administrativa de 1º hasta 8º semestre, no puedo olvidar la cara de asombro de mis alumnos de 8º al verme entrar al salón, prácticamente todos eran mayores que yo, obvio que sufrí todo el estrés del mundo pero gracias a Dios todo salió bien. Poco a poco me fui especializando en el área de ingeniería de software y posteriormente cursé una maestría en Sistemas de Información con especialidad en Bases de Datos que era la capacitación exacta a nivel de contenidos para mis alumnos de ese entonces.

Cómo llegué a la EM, después de que nace mi primer hijo dejé la universidad por las mañanas y  sólo iba por las tardes, la verdad era feliz con mis alumnos de la universidad con quien era fácil hablar de contenidos y no hacer circo maroma y teatro para que pusieran atención o guardaran silencio, creó que por la experiencia había llegado a tener una identidad profesional un tanto clara pero surgió la posibilidad de 2 horas a la semana de una materia llamada Capacitación para el trabajo en Informática a nivel preparatoria, la verdad lo pensé, eran adolescentes, la escuela tenía muchos conflictos sindicales y administrativos, en fin  me decidí a meter mi solicitud y comencé con dos horas a la semana con un grupo de 6to semestre, bastante responsable y trabajador.

De esta manera empecé mi trabajo en EM, ahora los alumnos eran mucho más jóvenes que yo y eso implicaba otro tipo de adaptación, mis contenidos a nivel doctorado ya no iban a funcionar y no por ser ahora básicos iban a estar más fáciles de dar, en fin después de 4 años dejé por completo la universidad y para ese entonces ya tenía medio tiempo en la prepa y este año llegué a tiempo completo impartiendo las materias de capacitación para el trabajo I,II,III,IV e Inglés I y II. Actualmente me siento satisfecha de estar trabajando con jóvenes y poder aportar algo en su formación como lo aborda la RIEMS cuando se nos pide formar mejores ciudadanos para este México que tanto lo requiere.

Llevo 12 años en la docencia, 8 en la EM, todos ellos llenos de vida al compartir con mis alumnos además de un espacio, sentimientos, conocimientos, tiempo, afectos, proyectos, esperanzas, preocupaciones y logros, como cuando pasan su examen a una escuela superior o han conseguido un empleo. Académicamente he tenido la oportunidad de trabajar en la construcción de los nuevos programas bajo el enfoque de competencias, fui parte del equipo que  coordinó la elaboración del proyecto de mejora continua de la institución y actualmente estar concluyendo esta especialidad han sido experiencias que me han mantenido involucrada y como decía Esteve en “La Aventura de ser maestro” la renovación pedagógica me ha dado la forma de sentirme viva.

Cómo he enfrentado las dificultades: participando de manera activa y propositiva en cursos de capacitación, tratando de ir rompiendo mis propios paradigmas para poder aceptar nuevas formas de trabajar, como ahora nos lo propone la RIEMS, aceptando que no trabajo con personas adultas  sino con jóvenes que requieren apoyo para conocerse, aceptarse y crear un proyecto de vida por lo que necesito informarme acerca de las cosas que están llamando su atención y/o interés. El trabajo colaborativo también ha sido esencial, los trabajos individuales dan poco fruto pero en colegiado las cosas funcionan mejor, también he tenido que aceptar que la capacitación es responsabilidad mía y de nadie más como bien lo marcan las competencias docentes definidas en la RIEMS.

El ser parte de la especialidad en competencias docentes me ha llevado a analizar cómo estoy desarrollado mis actividades diarias, definitivamente nuestra profesión nos ha dado algunos recursos para desenvolvernos frente a los alumnos; pero la especialidad me ha abierto los ojos a un universo de recursos y estrategias que nunca hubiera imaginado; las características psicológicas de los adolescentes, las corrientes pedagógicas y filosóficas que dan sustento a nuestro actuar, los elementos del currículum, la elaboración de la estrategia didáctica, el propósito de una evaluación autentica, todo este proceso ha venido a darme elementos para reinventar mi práctica docente.

Motivos de insatisfacción como tal creo que no tengo, solamente que si reconozco que sé que hay elementos de pedagogía que no sé y/o que no domino, por lo que a veces me complico la vida o se la complico a mis alumnos, además tengo que ser más organizada y paciente, comprendo que el esfuerzo que le dedique a mi preparación será en beneficio de mis alumnos pero principalmente para mí.

Después de haber concluido prácticamente la especialidad durante la cual crecí como persona y profesional a través de compartir experiencias con mis compañeros, quienes me ayudaron a navegar con rumbo fijo en este trabajo, creo que he logrado reflexionar en que mi identidad profesional se ha ido y seguirá fortaleciéndose en el grado en que mi actitud sea  congruente  con el momento que vivimos.

6 comentarios:

  1. Maestra: Tu persistencia y compromiso personal te hace ser exitosa en todo lo que haces. Gracias por compartir tu experiencia, conocer como enfrentas tu quehacer educativo, me motiva. Saludos!
    Luz María Ulíbarri Reyes.

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  2. Gracias maestra, el compartir experiencias nos hace crecer!

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  3. Constancia y esfuerzo, sigue adelante y cosecha tus éxitos.
    atte.
    Eugenia Uicab Campos

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    1. Gracias maestra Eugenia por su comentario, ha sido un placer hacer equipo con usted.

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  4. Hola amiga Aurora, que gran experiencia tienes al iniciarte coo docente. Te feicito y no hay mejor forma de demostrarlo, me viene a la mente la lectura de Jordi adell, cuando bien dice: que todos aprendemos de todos, este es el mejor ejemplo. Pero, también es una lección de que los docentes no debemos considerarnos nunca superiores a los alumnos, que buena acción de tu futuro director, de atuar con humildad. Sigue así amiga, eres exelente profesionista en la educación.

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  5. Hola maestra Aurora es un placer saludarla y con justa razón somo docentes, porque aprendemos constantemente con la finalidad de brindar una mejor caldad educativa. Que tenga una excelente tarde :)

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